La diversidad y la inclusión son fundamentales en todos los sectores de la sociedad, especialmente en las ciencias. Sin embargo, el hecho de que los hombres continúan dominando los programas de oradores en las conferencias científicas es algo bien conocido (y con frecuencia, lamentado). Mis colegas del NIDA y yo, junto con los líderes de otros institutos y centros de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), apoyamos firmemente la reciente convocatoria (en inglés) del director del NIH, Francis Collins, a ampliar la equidad y la diversidad en la investigación biomédica y en la presentación de esa investigación en las reuniones profesionales.
En su blog, el Dr. Collins anunció que no aceptará nuevas invitaciones para disertar en conferencias que no incluyan paneles de oradores con diversidad de género, con lo cual marcó un ejemplo para los líderes de la comunidad científica y envió un mensaje a los organizadores de conferencias en el sentido de que deben incluir mujeres en sus programas en la medida de lo posible. Lo mismo se aplica a las minorías étnicas subrepresentadas en el ámbito de la ciencia. Como dijo el Dr. Collins, necesitamos "un campo de juego nivelado donde científicos de todas las procedencias sean evaluados con equidad para las oportunidades de disertación".
Estoy orgullosa de trabajar en un campo de la biomedicina que cuenta con tantas contribuciones importantes de mujeres científicas. Y la diversidad étnica y de género de los jóvenes pioneros reconocidos con nuestros premios anuales Addiction Science Awards me da confianza en que los líderes del mañana en el estudio del cerebro y en la búsqueda de nuevas soluciones para el consumo indebido de drogas y la adicción van a conformar una representación sólida de todos los géneros y etnias. Pero no podemos simplemente esperar a que un futuro con mayor diversidad se forje por sí solo.
Es importante que los líderes de hoy en los ámbitos científicos, académicos y de la salud tengan la inclusividad y la diversidad en primer plano al invitar oradores a eventos y planificar conferencias. Lo mismo se aplica a la erradicación de prejuicios en la contratación y en la publicación y el reconocimiento de nuevos avances de la investigación. Debemos trabajar todos juntos para crear ese campo de juego nivelado que reclama el Dr. Collins.