Cuando se fuma marihuana, el THC y otras sustancias químicas de la planta pasan de los pulmones al torrente sanguíneo, que rápidamente los transporta a través del cuerpo y hasta el cerebro. La persona comienza a sentir los efectos en forma casi inmediata (ver "¿Cómo produce sus efectos la marihuana?"). Muchos experimentan una euforia placentera y una sensación de relajación. Otros efectos comunes, que pueden variar ampliamente de persona a persona, incluyen una mayor percepción sensorial (por ejemplo, colores más brillantes), risa, alteración de la percepción del tiempo y aumento del apetito.
Si la marihuana se consume en alimentos o bebidas, los efectos demoran un poco más—por lo general aparecen después de 30 minutos a una hora—porque la droga debe pasar primero por el sistema digestivo. Al comer o beber marihuana, la cantidad de THC que ingresa al torrente sanguíneo es considerablemente menor que cuando se fuma una cantidad equivalente de la planta. Debido a los efectos más lentos, es posible que las personas consuman inadvertidamente más THC del que tenían intención de consumir.
Las experiencias placenteras con la marihuana no son de ningún modo universales. Hay personas que, en vez de relajación y euforia, sienten ansiedad, miedo, desconfianza o pánico. Estos efectos son más comunes cuando se consume demasiada cantidad, cuando la marihuana es más potente de lo esperado o si la persona no tiene experiencia. Quienes han consumido grandes dosis de marihuana pueden experimentar una psicosis aguda, que incluye alucinaciones, delirio y la pérdida del sentido de identidad personal. Estas reacciones desagradables—si bien temporarias—se diferencian de los trastornos psicóticos más duraderos (como la esquizofrenia) que pueden estar relacionados con el consumo de marihuana en personas vulnerables. (Ver "¿Existe una conexión entre el consumo de marihuana y los trastornos psiquiátricos?")
Si bien cantidades detectables de THC pueden permanecer en el organismo durante días o incluso semanas después del consumo, los efectos visibles de fumar marihuana por lo general duran entre una y tres horas; los de consumir alimentos o bebidas con marihuana pueden durar muchas horas.