Los trastornos por el consumo de marihuana parecen ser muy similares a los causados por el consumo de otras sustancias, aunque las consecuencias clínicas a largo plazo pueden ser menos graves. En promedio, los adultos que procuran recibir tratamiento para trastornos por el consumo de marihuana la han consumido casi todos los días durante más de diez años y han intentado dejar de hacerlo más de seis veces.112 Las personas que tienen trastornos por el consumo de marihuana, en especial los adolescentes, con frecuencia también tienen otros trastornos psiquiátricos (comorbilidad).113 También pueden consumir otras sustancias e incluso ser adictos a otras sustancias, como por ejemplo cocaína o alcohol. Los estudios disponibles indican que el tratamiento eficaz de un trastorno de salud mental con los tratamientos habituales—que incluyen medicamentos y terapias conductuales—puede ayudar a reducir el consumo de marihuana, en particular en quienes consumen mucho y quienes tienen otros trastornos mentales crónicos. Los siguientes tratamientos conductuales han demostrado ser prometedores:
- Terapia cognitivo-conductual: Un tipo de psicoterapia que les enseña a las personas estrategias para identificar y corregir conductas problemáticas a fin de aumentar el autocontrol, dejar de consumir drogas y abordar una diversidad de problemas que con frecuencia acompañan dichas conductas.
- Control de contingencias: Un método terapéutico de control que se basa en el control frecuente de la conducta que se desea cambiar y el otorgamiento (o la eliminación) de recompensas tangibles y positivas cuando ocurre (o no) la conducta que se desea cambiar.
- Terapia de estímulo motivacional: Una forma sistemática de intervención destinada a producir un cambio rápido de motivación interna. La terapia no intenta tratar a la persona sino movilizar sus recursos internos para el cambio y la participación en el tratamiento.
En la actualidad, la FDA no ha aprobado ningún medicamento para el tratamiento del trastorno por consumo de marihuana, pero hay mucha investigación en este campo. Dado que los problemas para dormir ocupan un lugar prominente en la abstinencia de marihuana, algunos estudios están examinando la eficacia de medicamentos que combaten el insomnio. Entre los que se han identificado como más prometedores en estudios preliminares o en estudios clínicos pequeños se cuentan zolpidem (Ambien®), que ayuda a conciliar el sueño; un medicamento contra la ansiedad y el estrés denominado buspirona (BuSpar®), y un medicamento contra la epilepsia denominado gabapentina (Horizant®, Neurontin®), que puede mejorar el sueño y, posiblemente, la función ejecutiva. También se están estudiando el suplemento alimenticio N-acetilcisteína y sustancias químicas denominadas inhibidores FAAH, que pueden reducir los síntomas de abstinencia por medio de la inhibición de la descomposición de los cannabinoides propios del organismo. Las estrategias futuras incluyen el estudio de sustancias denominadas moduladores alostéricos, que interactúan con los receptores cannabinoides para inhibir los efectos gratificantes del THC.