La toma de decisiones en situaciones ambiguas repercute en el riesgo de recaída de los pacientes con trastorno por consumo de opioides

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Este estudio reveló que: 

  • Los pacientes en tratamiento por un trastorno por consumo de opioides que se sentían más confiados al tomar decisiones cuando no sabían la probabilidad del resultado, presentaron un mayor riesgo de recaer en el consumo de opioides.
  • El grado de preferencia de los pacientes por estas situaciones ambiguas fue un factor de riesgo independiente para el consumo de opioides; la cuantificación de este sesgo en la toma de decisiones puede ayudar a mejorar la predicción de recaídas cuando se combina con factores clínicos.
  • Los enfoques computacionales basados en la neurociencia de la toma de decisiones pueden aclarar los comportamientos que predicen y explican la vulnerabilidad a las recaídas y también podrían dar origen a tratamientos personalizados para evitarlas.

Muchos pacientes que reciben tratamiento por un trastorno por consumo de opioides (OUD, por sus siglas en inglés) continúan o vuelven a consumir drogas. Existen varios marcadores clínicos, como el ansia o el deseo de consumir la droga, que pueden ayudar a predecir cuándo es mayor el riesgo de recaer. Además, hay estudios que han sugerido que las diferencias entre los pacientes con trastorno por consumo de opioides en la toma de decisiones y en la capacidad de reconocer el riesgo pueden contribuir a los comportamientos de búsqueda de drogas. En un estudio reciente, los investigadores auspiciados por el NIDA demostraron que los pacientes con trastorno por consumo de opioides que presentan una mayor probabilidad de tomar decisiones cuando los resultados y los riesgos asociados son desconocidos o ambiguos, tienen un mayor riesgo de volver a consumir opioides. La Dra. Anna Konova, autora principal del estudio, explicó que al emplear un diseño longitudinal intensivo y paradigmas de comportamientos rigurosos basados ​​en la teoría económica, descubrieron que la forma en que una persona se acerca a la ambigüedad o al riesgo desconocido puede reflejar su estado de riesgo clínico actual. Además, ella señaló que cuando los pacientes se vuelven más tolerantes a la ambigüedad, parecen tener un mayor riesgo de volver a consumir opioides en las semanas siguientes.

La Dra. Konova, la Dra. Silvia Lopez-Guzman y sus colegas de la Universidad Rutgers, la Facultad de Medicina de Nueva York y la Universidad de Rosario en Bogotá, Colombia, evaluaron el comportamiento en torno a la toma de decisiones de 70 personas que estaban recibiendo farmacoterapia para tratar un trastorno por consumo de opioides en una clínica comunitaria y 55 participantes de control. Durante un período de 7 meses, cada participante completó hasta 15 sesiones a intervalos preestablecidos durante los cuales completaron tareas diseñadas para medir sus niveles de confianza con la toma de decisiones arriesgadas. En cada sesión, los participantes podían elegir entre una recompensa monetaria fija y una "lotería" en la que podrían recibir una recompensa mayor o nada. En la mitad de las loterías, se informó a los participantes cuál era su probabilidad de recibir la recompensa más alta (riesgo conocido); mientras que, en la otra mitad, los participantes no conocían por completo su probabilidad de recibir la recompensa más alta (riesgo ambiguo). Este diseño permitió que los investigadores evaluaran el nivel de comodidad de cada participante al tomar decisiones con un nivel de riesgo conocido o ambiguo.

En cada sesión, el equipo también recopiló información sobre la ansiedad, el deseo de consumir la droga, los síntomas del síndrome de abstinencia y la adherencia al tratamiento a través de autoinformes de los participantes y análisis de orina aleatorios. Posteriormente, el equipo aplicó enfoques computacionales basados en la neurociencia de la toma de decisiones, un área de investigación multidisciplinaria que utiliza herramientas y métodos de la psicología, la economía y la neurociencia para examinar los procesos de toma de decisiones, a fin de determinar si la tolerancia al riesgo conocido frente al riesgo ambiguo en cada sesión estaba asociada con un consumo posterior de opioides.

Una mayor tolerancia a la ambigüedad aumenta el riesgo de recaída

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Imagen. Una mayor tolerancia a la ambigüedad predice un mayor riesgo de recaída en pacientes con trastorno por consumo de opioides. Los gráficos siguen de cerca la tolerancia a la ambigüedad y el consumo de opioides en dos pacientes: uno que recayó en el consumo de opioides (gráfico superior) y otro que no recayó (gráfico inferior). Hubo una probabilidad mayor de que el paciente consumiera opioides (barras sólidas) después de las sesiones de evaluación en las que había mostrado una mayor tolerancia a la ambigüedad, en comparación con las sesiones en las que había mostrado una menor tolerancia a la ambigüedad y en comparación con el grupo de control en conjunto (línea gris).
Nota: Las sesiones fueron más frecuentes al principio del tratamiento, que por lo general es un período de alto riesgo clínico.
Vea el texto descriptivo completo de la imagen al final del artículo.

Durante los 7 meses, las 70 personas con trastorno por consumo de opioides completaron un total de 552 sesiones; inmediatamente después de 252 de estas (es decir, dentro de 1 a 2 semanas), los participantes respectivos tuvieron un episodio de consumo de opioides. Los pacientes que se sentían más confiados al tomar decisiones con un riesgo ambiguo (es decir, que tenían una mayor tolerancia a la ambigüedad) en una sesión determinada tenían más probabilidad de recaer en el consumo de opioides poco después de esa sesión (vea la imagen). La Dra. Konova explicó que descubrieron que la forma en que una persona aborda la ambigüedad, o el riesgo desconocido, depende en gran medida del estado del paciente. Ella también señaló que los pacientes mostraron altibajos en cuanto a lo realmente 'afortunados' que se sentían en este contexto, lo que determinó si estaban en riesgo de recaer en el consumo de opioides. Los investigadores observaron que esta tolerancia a la ambigüedad no estaba relacionada con ningún otro marcador de riesgo de recaída y que cuando la combinaban con marcadores clínicos, como el nivel del deseo de consumir la droga, podían predecir mejor el riesgo de recaída de un paciente. En general, no hubo diferencias en la tolerancia a la ambigüedad entre los pacientes con trastorno por consumo de opioides y el grupo de control.

Los investigadores concluyeron que la vulnerabilidad a la recaída en el consumo de opioides puede estar relacionada específicamente con una mayor tolerancia al riesgo ambiguo. En otras palabras, estos pacientes podrían tomar decisiones en situaciones en las que no pueden percibir o reconocer el riesgo real, y esto los hace vulnerables a una recaída. Por lo tanto, las pruebas frecuentes de tolerancia a la ambigüedad (como evaluaciones semanales o incluso diarias mediante el uso de tecnologías móviles) pueden ser útiles para el monitoreo continuo del riesgo de recaída y posiblemente mejorar el compromiso con el tratamiento en pacientes con trastorno por consumo de opioides. Agregar este tipo de evaluaciones a los marcadores clínicos puede ayudar a los proveedores de atención médica a adaptar el tratamiento para prevenir recaídas.

La Dra. Konova explicó que el aspecto más interesante de este trabajo es que los paradigmas de la neurociencia cognitiva básica podrían ofrecer información sobre lo que el paciente hará en el mundo real. Ella agregó que los estudios futuros les ayudarán a comprender cómo se codifican los diferentes tipos de riesgo en el cerebro, cómo esto se traduce en comportamientos de búsqueda de riesgo y si estos procesos y circuitos neuronales son modificables.

Este estudio contó con el apoyo de las subvenciones DA043676 y DA039648 del NIDA.

Texto descriptivo de la imagen

El gráfico muestra la relación entre la tolerancia a la ambigüedad y la recaída en el consumo de drogas en dos pacientes con trastorno por consumo de opioides a lo largo de 15 sesiones de evaluación para cada paciente. El cuadro superior con barras azules representa al paciente que recayó en el consumo de opioides y el cuadro inferior con barras naranjas representa al paciente que no volvió a consumir opioides. Las sesiones después de las que una muestra de orina del participante resultó positiva para opioides se indican con barras de color azul oscuro. El eje horizontal X indica las sesiones de tratamiento de la 1 a la 15, las cuales fueron más frecuentes al principio del tratamiento. Una línea corta de color gris oscuro entre los dos gráficos representa un intervalo de 2 semanas para indicar el período de tiempo. El eje vertical Y muestra la tolerancia a la ambigüedad en una escala de -1.0 a +2.0. Una línea horizontal gris de aproximadamente +0.4 indica la tolerancia media a la ambigüedad en los participantes de control que no tenían el trastorno por consumo de opioides.

Para el participante 1, la tolerancia a la ambigüedad fue de aproximadamente -0.2 en la sesión 1, +0.1 en la sesión 2, -0.1 en la sesión 3, +0.5 en la sesión 4, +1.0 en la sesión 5, +0.7 en la sesión 6, +0.8 en la sesión 7, +0.9 en la sesión 8, +0.8 en la sesión 9, +1.8 en la sesión 10, +0.5 en la sesión 11, +0.8 en la sesión 12, +0.4 en la sesión 13, +1.4 en la sesión 14 y +0.4 en la sesión 15. El participante recayó en el consumo de opioides después de las sesiones 9, 11, 12, 13, 14 y 15, según lo que indican las barras de color azul oscuro. Después de la sesión 15, el participante abandonó el tratamiento.

Para el participante 2, la tolerancia a la ambigüedad fue de aproximadamente -0.2 en la sesión 1, 0 en las sesiones 2 y 3, -0.2 en la sesión 4, 0 en la sesión 5, -0.2 en la sesión 6, +0.3 en la sesión 7, +0.35 en la sesión 8, 0 en la sesión 9, +0.3 en la sesión 10, +0.1 en las sesiones 11 y 12, +0.2 en la sesión 13, +0.1 en la sesión 14 y 0 en la sesión 15. El participante no volvió a consumir opioides durante el período del estudio.

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