Los opioides: Información para adolescentes
Más preguntas frecuentes sobre los opioides

¿Los opioides se detectan en las pruebas de drogas?

Al igual que otras drogas, los opioides pueden aparecer en una prueba de drogas apenas horas después de consumirlos. Los opioides, incluida la heroína, pueden aparecer en las pruebas durante días y a veces hasta semanas después del consumo.9,10 El tiempo en que permanecen en el organismo depende de cuánto hace que la persona consume la droga, qué cantidad de droga consume y cómo es su metabolismo (es decir, de qué forma el organismo procesa la droga).

¿Es seguro tomar opioides durante el embarazo?

El consumo de opioides durante el embarazo, incluso si se toman como lo indicó el médico, puede causar un aborto espontáneo o hacer que el bebé nazca con poco peso. También puede causar el síndrome de abstinencia neonatal, un trastorno médico en el que el bebé nace con dependencia de los opioides y tiene síntomas de abstinencia después de nacer. Si una mujer embarazada trata de dejar los opioides de golpe y sin ayuda médica, puede poner en riesgo al bebé. Es importante que la futura mamá informe al médico sobre todas las drogas que toma o planea tomar para que el bebé tenga así mayores posibilidades de nacer sano. Hay tratamientos que pueden ayudar.

He oído hablar de algo llamado fentanilo. ¿Qué es?

El fentanilo es una droga opioide cincuenta veces más potente que la heroína. Se usa en medicina para tratar el dolor muy intenso y para las operaciones quirúrgicas. Pero ahora se fabrica ilegalmente y a veces se mezcla con otras drogas, lo que causa sobredosis.

¿Los opioides son adictivos?

Sí. Con el tiempo, el consumo de opioides puede modificar el cerebro y crear adicción. La adicción es cuando una persona continúa consumiendo una droga a pesar de las consecuencias negativas y trata activamente de conseguir más y más cantidad de la droga. Muchas personas se vuelven adictas a los opioides, lo que las lleva a sobredosis fatales, es decir, toman una cantidad suficiente para detener la respiración.

No obstante, muchas personas que toman opioides recetados para calmar el dolor se vuelven dependientes pero no adictas. La dependencia significa que el cuerpo se ha acostumbrado a la droga y sentirá dolor y sensaciones desagradables si de repente deja de recibirla. Los pacientes que toman opioides recetados deben preguntarle a su médico sobre la manera segura de dejar de tomarlos.

Una persona puede ser dependiente de una droga sin ser adicta. Pero a veces, si no se hace un esfuerzo por dejar de tomar la droga, la dependencia puede llevar a la adicción.

¿Hay tratamientos para la adicción a los opioides?

Dejar de consumir opioides puede ser difícil, pero es posible. Hay tres medicamentos aprobados por la FDA para tratar la adicción a los opioides. La buprenorfina y la metadona son medicamentos que se adhieren a los mismos receptores a los que se adhieren los opioides recetados en el cerebro y reducen el deseo intenso de la droga. La naltrexona es otro medicamento que trata la adicción a los opioides evitando que afecten el cerebro. Además, hace poco se aprobó un medicamento llamado lofexidina para ayudar a atenuar los síntomas de abstinencia en quienes están tratando de dejar los opioides.

El apoyo psicológico profesional y la terapia también son importantes para ayudar a una persona a dejar de consumir opioides, reconstruir sus relaciones con amigos y familiares y desarrollar técnicas para llevar una vida sana. Se ha comprobado que la combinación de medicamentos con terapias del comportamiento es muy eficaz para tratar la adicción a los opioides.

Los médicos crean planes de tratamiento que se adaptan a las necesidades individuales de cada paciente.

¿Los opioides causan síntomas de abstinencia cuando una persona trata de dejarlos?

Sí. El cerebro se acostumbra tanto a los opioides que cuando la persona deja de tomarlos puede sufrir síntomas de abstinencia. Estos síntomas incluyen sudoración, temblores, vómitos, problemas para dormir y diarrea. Pueden ser tan intensos que a la persona le puede resultar muy difícil dejar de consumir opioides, aun cuando quiera hacerlo. Es por eso es que dejar de consumir drogas puede llevar varios intentos.

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Una jovencita hablando con un hombre adulto.

¿Es posible sufrir una sobredosis de opioides?

Sí, es posible. De hecho, las muertes por sobredosis se han casi triplicado en los últimos 15 años y la mayoría de esas muertes son causadas por opioides.11 Una de las formas en que actúan los opioides para relajar el cuerpo es haciendo que la respiración sea más lenta. Si se usan en forma indebida, los opioides pueden reducir demasiado el ritmo de respiración. Cuando esto sucede, es posible que la respiración se detenga por completo y ocurra una sobredosis. Para algunas personas, solo una dosis es suficiente para detener la respiración.

¿Se puede interrumpir una sobredosis de opioides?

Si, si se actúa con rapidez. Si piensas que un amigo o familiar ha sufrido una sobredosis de opioides, llama al 911 para que esa persona pueda recibir atención médica inmediata. Los paramédicos probablemente le darán naloxona. La naloxona actúa bloqueando rápidamente los efectos de los opioides. Está disponible como solución inyectable en forma de autoinyector y como aerosol nasal.

Algunos estados requieren que la naloxona sea recetada por un médico, pero en otros las farmacias pueden vender naloxona sin una receta personal. Esto permite que los amigos y familiares usen el medicamento para salvar a alguien que sufrió una sobredosis. Pero la naloxona no reemplaza la atención médica, y luego de su administración la persona con sobredosis debe recibir atención médica en forma inmediata.

¿Qué pueden hacer los adolescentes para protegerse?

Hacerse cargo de su propia salud. Lo mejor que pueden hacer los adolescentes es alejarse de la presión de los compañeros para que tomen opioides "para divertirse" y solo tomarlos cuando y como se los receta el médico. E incluso en ese caso, los opioides se deben tomar durante el menor tiempo posible. Si tu dentista o tu médico te receta opioides por algún problema que te cause dolor, pregúntale cuán pronto puedes dejar de tomarlos o si hay algún otro medicamento que puedas tomar en su lugar.

La investigación para hallar soluciones es constante

Investigadores financiados por los Institutos Nacionales de la Salud están explorando formas mejores de evitar y tratar el consumo indebido de opioides. Estudian la forma en que los opioides actúan en las vías cerebrales y tratan de hallar fórmulas de medicamentos que sean más seguros. Idealmente, podrán crear un analgésico tan potente como un opioide pero que no tenga riesgo de adicción.

También están buscando otras maneras de combatir el dolor, tales como técnicas de ejercicios, masajes terapéuticos y métodos para estimular las vías cerebrales clave sin tomar medicamentos.

Los científicos también han diseñado mejores métodos para introducir los medicamentos en el cuerpo. Por ejemplo, ahora existe un aerosol para rociar un medicamento en la nariz para bloquear una sobredosis. También es posible insertar nuevos productos inyectables e implantes corporales en los brazos para administrar medicamentos en forma más lenta para tratar la adicción a los opioides durante meses, en vez de tener que tomar una pastilla todos los días o día por medio.

¿Qué se está haciendo para detener la crisis de sobredosis?

El uso indebido de opioides se ha convertido en una crisis nacional de salud pública. Afortunadamente, el gobierno federal, los gobiernos estatales y locales, las organizaciones de apoyo y los profesionales de la salud están trabajando conjuntamente para atacar la crisis desde todos los ángulos. Se está implementando un enfoque holístico de salud pública para:

  • mejorar el acceso a los servicios de tratamiento y recuperación
  • promover el uso de medicamentos para contrarrestar las sobredosis
  • reforzar nuestro conocimiento de la crisis por medio de una mejor vigilancia de la salud pública
  • crear estrategias seguras y eficaces de medicamentos para controlar el dolor
  • mejorar los medicamentos para tratar a las personas adictas a los opioides
  • desarrollar mejores prácticas de control del dolor