La buena comunicación entre padres e hijos es la base de una relación familiar sólida. Las buenas técnicas de comunicación ayudan a los padres a detectar problemas desde muy temprano, generar un comportamiento positivo y estar al tanto de lo que sucede en la vida de sus hijos.
Antes de comenzar:
- Cerciórese de que sea un buen momento para conversar y que se pueda concentrar totalmente en comunicarse con su hijo.
- Tenga un plan.
- Sepa claramente lo que desea comunicar antes de acercarse a su hijo.
- Sea calmo y paciente.
- Limite las distracciones; apague y guarde los teléfonos y dispositivos.
- Fije un horario para la conversación de modo que el menor sepa qué esperar.
Las aptitudes claves de comunicación incluyen:
Demuestre interés o preocupación. No culpe ni acuse. Por ejemplo, en vez de decir: "¿Cómo te metes en estas situaciones?", diga: "Esa parece ser una situación difícil. ¿Te confundiste?"
Fomente la solución de problemas y haga pensar a su hijo. Por ejemplo, en vez de decir: "¿Qué creías que iba a pasar cuando no piensas?", diga: "¿Cuál crees que habría sido una mejor forma de manejar esa situación?"
Tenga en cuenta estos cuatro pasos para mantener la calma:
- Controle lo que piensa y lo que hace
- Evalúe y decida si está demasiado molesto para seguir
- Si está y demasiado molesto o enojado, apártese de la situación
- Haga un plan para lidiar con la situación
Consejos adicionales
- Esté presente y atento.
- Demuestre comprensión.
- Escuche con respeto.
- Manténgase interesado.
- Evite emociones negativas.
- Dé aliento y ánimo.
Escuchar y observar. Los jóvenes se sienten más cómodos hablando sobre temas o situaciones con sus padres cuando saben que los van a escuchar y no los van a culpar o acusar. dlpurdy@sbcglobal.net
Reducir el nivel emocional. A veces el hablar con los hijos despierta fuertes emociones que interfieren y no permiten pensar con claridad. Seguir los pasos indicados anteriormente para mantener la calma puede ayudar a los padres a mantener la conversación por el camino correcto.