Como se ha explicado en esta guía, el uso indebido de opioides puede afectar la salud y el bienestar de niños y adolescentes en un punto crucial de su vida: cuando están creciendo, aprendiendo, madurando y estableciendo las bases para sus años adultos.
Los hijos recurren a los padres—es decir, a usted—en busca de ayuda y guía para solucionar problemas y tomar decisiones, incluida la decisión de no consumir drogas. Incluso si usted ha consumido drogas alguna vez, puede tener una conversación franca sobre los peligros del consumo. Decirle o no a su hijo que usted ha consumido drogas es una decisión personal. Pero la experiencia propia nos puede preparar mejor para enseñar a otros y aprovechar el valor de los errores del pasado. Usted puede explicar que hay una crisis de opioides en el país y que el uso indebido de opioides puede tener efectos perjudiciales en el cerebro en desarrollo.
Consejos para los padres
- Sepa escuchar.
- Defina claramente las expectativas sobe el consumo de drogas y alcohol, incluidas las consecuencias reales de no cumplir con las reglas familiares.
- Ayude a sus hijos a manejar la presión de sus compañeros para consumir drogas.
- Conozca a los amigos de sus hijos y a sus padres.
- Si está preocupado, haga evaluar a su hijo por problemas de salud mental como depresión o ansiedad.
- Sepa dónde están sus hijos.
- Controle cuidadosamente los medicamentos que toman sus hijos.
- No deje opioides que no consumió en lugares accesibles en su hogar.
- Supervise las actividades de los adolescentes.
- Hable con sus hijos con frecuencia.
- No ignore las señales de cambios negativos en sus hijos.
Como los opioides se pueden comprar con receta, muchos niños y adolescentes no comprenden el peligro que representan, y son más pocos aún quienes entienden que la heroína es un opioide. Muchos tampoco se dan cuenta de que a muchas drogas de la calle se les agrega la peligrosa sustancia fentanilo. El uso indebido de opioides puede ser perjudicial y alterar el curso de la vida de jóvenes e impedir que logren su potencial pleno. Eso solo es motivo suficiente para tener esta conversación difícil con sus hijos. Asegúrese de centrar la conversación en cuánto le preocupa a usted la salud de su hijo.
Esperamos que esta guía aliente y ayude a los padres a iniciar el diálogo y—aún más importante—a mantener abiertas las vías de comunicación.
¿Desea participar en forma activa? Considere coordinar un evento durante la Semana Nacional de información sobre drogas y alcohol (National Drug and Alcohol Facts Week) con materiales gratuitos del NIDA, o comuníquese con nosotros en drugfacts@nida.nih.gov.